- 
 Diseña Juegos - Powerpoint Diseña Juegos - PowerpointHas mas divertidas tus secciones de Catequesis con juegos divertidos y dinámicos realizados en Powerpoint.. 
- 
 Material Didáctico Material DidácticoOpten material Digital en mochila del Catequista. Material listo paras su descarga, visualización e impresión en cualquier lugar donde cuente con internet.. 
- 
 Vicaris Vacanti Vestibulum Vicaris Vacanti VestibulumSed dignissim mauris nec velit ultrices id euismod orci iaculis. Aliquam ut justo id massa consectetur pellentesque pharetra ullamcorper nisl... 
miércoles, 5 de febrero de 2020
Cuando Nace El Ave María
miércoles, 5 de febrero de 2020
Los dos saludos reunidos con la inclusión del nombre de María (aun falta el de Jesús) se encuentran como oración colecta del cuarto Domingo de Adviento, en el antifonario de San Gregorio (muerto en el 604). Probablemente, el uso de repetir a María Santísima los dos saludos reunidos se remonta al menos a un siglo antes, ya que se encuentra en la más antigua liturgia antioquena, la de Santiago. El nombre de Jesús aparece por primera vez en el s. VI. Al repetir a María la salutación del Arcángel junto con las bendiciones de santa Isabel tratamos de gozarnos con ella por los singulares privilegios y dones que Dios le concedió con preferencia sobre todas las creaturas y bendecimos juntamente y damos gracias a Dios por habernos dado a Jesucristo por medio de María.
Entretanto, menos sabido es el origen de la segunda parte, que es fruto de un largo proceso y de una larga tradición. Nace en la reacción contra la herejía de Nestorio, patriarca de Constantinopla, que negaba que la Virgen María fuera la Madre de Dios.
Entre los obispos que combatieron en defensa del dogma de la maternidad divina, se destacó por su ardor el patriarca de Alejandría, san Cirilo, gracias al cual el Concilio de Éfeso, realizado en el año 431, proclamó: “Si alguno no confiesa que Dios es según verdad el Emmanuel, y que por eso la santa Virgen es Madre de Dios […], sea anatema” (Dz 252). En las conclusiones de ese Concilio ya estaba pues explícita la continuación a la salutación angélica: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros…”.
La segunda parte del Ave María está compuesta en tiempos relativamente recientes. Parece que se debe al primer período franciscano (s XIII) el uso de añadir, a las palabras de alabanza de la oración colecta de San Gregorio, una invocación pidiendo su ayuda a la Virgen Madre de Dios. La forma actual se encuentra usada en distintos lugares hacia la mitad del s. XV; fue adoptada posteriormente por el papa San Pío V en su edición del breviario (libro de oraciones de los religiosos) en 1568, y desde entonces se fue haciendo de uso común. Con la segunda parte del Ave María pedimos a la Virgen su materna intercesión por nosotros en el curso de nuestra vida y especialmente en la hora de la muere, donde esperamos la Santísima Virgen nos asiste y nos alcance de Dios la gracia de la perseverancia final, es decir, de poder morir en gracia e ir al cielo a gozar eternamente de Dios.



 

 
 
 


